Como carrera
En España tenemos la fortuna de que, de momento, NO existe como carrera universitaria (a pesar de lo que dice Lucía, que no parece estar bien informada). Solo se da en algún instituto privado, cuyos títulos no tienen ninguna validez oficial.
México tiene un Instituto Mexicano de Parapsicología.
Esta "escuela" ofrece cursos para ser todo un profesional en terapias alternativas como auriculoterapia, flores de Bach, magnetoterapia, geoterapia, bioenergía, reflexología, aromaterapia, curación mediante pirámides, mandalaterapia, interpretación de los sueños... y cursos "profesionales" místicos de numerología, amuletos y talismanes, tarot, runas, baraja francesa, hipnosis entre muchas otras "carreras" para "profesionistas" en la materia. Y todo esto, sin contar las carreras ya propiamente dichas, en parapsicología y terapias alternativas, y sus seminarios ofrecidos.
Como ves todo tiene el mismo tufillo a estafa y charlatanería. Nada de lo que se enseña tiene la mas mínima base científica.
Es preciso reconocer que algunos parapsicólogos son honrados y poseen una buena formación experimental y estadística. Otra cosa bien distinta es que su deseo y ansia por encontrar evidencia de poderes extrasensoriales muchas veces les pierda. Y es que su objetivo de establecer una base científica para la fenomenología paranormal sigue igual ahora que hace veinte años. La mayor parte de sus resultados son imposibles de reproducir (algo fundamental en ciencia) y han sido puestos en entredicho por la Psicología científica debido a sus sesgos y errores metodológicos. Algunos han sido simplemente fraudes.
Críticas
Efectivamente, pese al incremento en la realización de experimentos parapsicológicos y del uso de refinados métodos propios de la observación estrictamente científica, una de las críticas principales es que sus hallazgos rara vez permiten ser corroborados con un segundo experimento en condiciones similares. Bajo un riguroso control de laboratorio, los experimentos sobre experiencias extracorpóreas, por ejemplo, en los que los individuos muestran una aparente capacidad de situar el centro de su percepción fuera de sus cuerpos, indican que ni siquiera los más reputados parapsicólogos son capaces de repetir sus primeros y brillantes logros. De hecho, las puntuaciones tienden a descender hasta el nivel de lo razonable cuantas más veces se repite el experimento, ya que entran dentro del cálculo de probabilidades.
Una crítica similar se dirige a la mayoría de los parapsicólogos quienes pretenden que estos fenómenos desafíen el principio de causalidad, una de las premisas principales de la investigación científica. Muchos de sus experimentos incluso contradicen abiertamente las predicciones previas. Los parapsicólogos objetan que su terreno de estudio está tan alejado de nuestra comprensión ordinaria que a veces dudan si un fenómeno de percepción extrasensorial o de telequinesia ha ocurrido realmente.