Más que cualquier otro producto, el automóvil no deja indiferente a nadie. Seduce, apasiona… El nombre elegido es, muy a menudo, el factor provocador de la seducción. Letras, cifras o apellidos, algunos están todavía presentes en la memoria colectiva: DS, 504… Es fácil comprender el cuidado con el que se da un nombre a un vehículo.
La creación de un nombre es, ahora más que nunca, un elemento clave de la estrategia de marketing de Peugeot y Citroën, porque, en un mercado donde la competencia es cada vez más dura, es indispensable ser reconocido e identificado rápidamente.
Fases de ceración de un nombre:
La asignación de un nombre es generalmente el fruto de una labor de larga duración (3 a 4 años). El proceso consta habitualmente de cinco fases principales:
- 1a fase: redacción de un brief, que orienta la producción de ideas. El brief es elaborado por el equipo del departamento de estudios clientela y estrategia marketing de la dirección de productos del constructor;
- 2da fase: lanzamiento de “grupos de creatividad” que reúnen a trabajadores de la marca y oficinas exteriores especialistas de la creación de nombres: Nomen, Insight, Dematon, Apanage, Raison d’Etre… Estos grupos proponen una lista de 300 nombres aproximadamente;
- 3a fase: selección. El nombre debe cumplir ciertos criterios. Tiene que ser internacional, agradable para el oído, fácil de recordar y estar exento de cualquier matiz cultural;
- 4a fase: filtro jurídico. Los nombres preseleccionados tienen que estar disponibles. Después de realizar la verificación, se conserva una lista de cinco a diez nombres, entre los que el comité de marca procede a la elección final;
- 5a fase: registro del nombre en el INPI (Instituto nacional de propiedad industrial) y negociación con otras marcas de automóviles en caso de necesidad
Desde siempre, dos estrategias compiten en materia de asignación de nombres: apellidos por un lado, denominaciones con cifras o letras por el otro.
Peugeot:¡vaya números!
En materia de uso de cifras, el ejemplo más característico es el de Peugeot, que se mantiene fiel a un sistema de números desde hace mucho tiempo . La famosa denominación de la marca del León, con un cero central, fue utilizada por primera vez en 1929 con el 201. Se abandonaron entonces los números de diseño (Tipo 2, Tipo 36…). Desde aquella época, se identifican inmediatamente los modelos Peugeot por su número, exceptuándose los utilitarios. Una verdadera revolución.
El sistema de 3 cifras -un cero central y un cifra a cada lado- facilita la identificación en la gama. La primera cifra indica la familia del vehículo y su tamaño en la gama; el segundo -siempre un 0- es el eslabón que une la cifra de la familia a la de su generación; la tercera cifra indica la generación del modelo (407 es el sucesor del 406). Esta nomenclatura de 3 cifras perdura, aunque el lanzamiento del 1007 incitó recientemente a la marca del León a ampliar su sistema de numeración a 4 cifras, desdoblándose el cero central.
La excepción:
El muy conocido sistema de numeración de Peugeot se salió a veces de los caminos trillados para dar a luz a “números de excepción”:
- con el 905, cuyo triplete histórico en 1993 en las 24 Horas de Le Mans inauguró una serie 900 “fuera de norma”. El concept car 907 presentado en el último Mundial del automóvil de París es el segundo modelo de esta serie;
- para responder a la diversidad de la oferta y a las nuevas expectativas de los clientes, Peugeot ha ampliado su sistema de cifras, añadiendo dos siglas específicas: CC y SW.
-> CC identifica los coupés/cabrio. La letra doble traduce también, de forma simbólica, el concepto de dos vehículos en uno. El 206 CC, derivado del concept car 206 “Coup de Coeur” presentado en el Salón de Ginebra de 1998, fue la primera silueta a la que se aplicó esta sigla, seguida por el 307 CC;
-> por su parte, la denominación SW refleja la auténtica preocupación de la Marca por asignar siglas de manera transversal a la nueva concepción de la silueta “familia/recreo”. Traducido como Station o Sport Wagon, este monograma simboliza para la Marca la asociación de 2 letras fuertes: S como Seducción automovilística, Style (Estilo) de vida dinámico; y W, o dos veces « V » como Viaje y Visión o como Volumen y Vida a bordo… Las versiones SW están disponibles actualmente con los modelos 206, 307 y 407.
- última novedad: el 1007, que incitó a la marca del León a ampliar su sistema de numeración, mediante la introducción de un “doble cero”. Se destina este sistema a las siluetas originales.
Citroën: cifras y letras
Por su parte, Citroën cambió varias veces de política en términos de denominaciones. Hasta los años 1950, dió la preferencia a las letras y las cifras, desde el primer Tipo A en 1919 hasta el famoso DS en 1955, pasando por los C4 y C6 (¡nombres utilizados ya en aquella época!) a finales de los años 1920, sin olvidar el mítico 2 CV. En los años 1960, aparecieron los primeros nombres: Ami 6 y 8, Dyan
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