Ubicada en el norte de Francia a orillas del mítico río Sena y conocida como la ciudad más romántica del mundo por el ambiente que generan sus calles adoquinadas, sus jardines, sus famosos monumentos y los tradicionales cafés, es París sin lugar a dudas, la ciudad recomendada.
Esta preciosa ciudad no se configura a partir de un centro histórico. La ciudad de París está plagada de monumentos, edificios y museos de importante valor cultural. Por ser la primera ciudad europea en colocar luz eléctrica en sus calles, se la reconoce como la Ciudad de la Luz.
París tiene muchos monumentos que son postales de la ciudad. Uno de ellos es la famosa Torre Eiffel. Construida en el siglo XIX, cuenta con tres pisos, a los que podrás subir por escalera o ascensor. El primer y el segundo piso cuentan con preciosos miradores, tiendas y restaurantes de súper lujo. Desde el tercer piso tendrás las mejores panorámicas de la ciudad de París y podrás avistar otros monumentos, pero no es apto para quien sufre de vértigo. De noche se ilumina, de modo que se la puede avistar de cualquier punto de la ciudad.
El Arco del Triunfo es otro monumento famoso de París. Esta construcción se encuentra al comienzo de la famosa avenida comercial, Champs Elyseés, en la Place de l´Étoile. Desde la cima del arco, podrás apreciar las vistas más bellas de la ciudad. En cuanto a la avenida, es una de las más concurridas por los parisinos. Aquí podrás disfrutar de tiendas, bares y restaurantes, entre otros. Si quieres conocer la típica noche parisina, deberás concurrir a una de las discos de esta fabulosa avenida.
París ha sido escenario de innumerables hechos históricos y cuenta con un legado arquitectónico muy importante. En relación a la arquitectura religiosa, sobresale la reconocida iglesia de Notre-Dame, por ser el mejor ejemplo mundial del estilo gótico. Rodeada por el río Sena impacta su altura y los detalles de la fachada, especialmente las gárgolas. Construida entre el siglo XII y IV, Notre Dame cuenta con un enorme vitreaux, entre sus dos torres. Es un espectáculo imperdible ver el sol penetrar el vitreaux y reflejarse en el piso de la iglesia.
Otra iglesia de París que no puedes dejar de conocer es la Iglesia de la Madeleine. Levantada por el siglo XVI, llama la atención por ser de una arquitectura griega clásica y no parece ser una iglesia, hasta que ingresas en ella. La Basílica del Sagrado Corazón, es otro templo que no puede escapar de tu itinerario. Se encuentra en el barrio de Montmartre. Aquí hay preciosas callejuelas empinadas que terminan en grandes plazas.
Todo turista debe sentarse en un bar de la Place du Tertre y disfrutar del atardecer. Al caer el sol, no dudes en dirigirte al cercano barrio de Pigalle, ideal para conocer la noche parisina. Aquí abundan los casinos, las discos, los pubs y los shows eróticos, entre otras cosas. Asimismo, podrás disfrutar de un espectáculo en el famoso Moulin Rouge. Si deseas una noche divertida, Bastille debe ser tu destino: encontrarás varias calles repletas de bares y pubs. Para disfrutar la mejor música latina, debes dar una vuelta por el Barrio Latino. Oberkampf se caracteriza por locales para juntarse con amigos y charlar.
Los aficionados al arte no pueden dejar de conocer los museos de París, que son muchísimos y de los mejores del mundo. En primer lugar se destaca el Louvre.
Aquí podrás conocer el famoso cuadro de Leonardo da Vinci, La Gioconda o Mona Lisa y algunas piezas de la cultura griega, egipcia y romana. Por otro lado, en el Museo d’Orsay, en frente del Louvre, podrás apreciar un prestigioso fondo y exposiciones de arte moderno.
Para disfrutar de un paseo al aire libre, París ofrece un sinnúmero de jardines. Los más importantes son: El Jardín des Tuileries, del siglo XVI; el Jardín du Luxembourg y el Jardín des Plantes, realizado por el médico de Luis XIII.
La gastronomía de París tiene fama de ser la más refinada. Esto se debe a que la ciudad de París es la cuna del mundo denominado Gourmet. París cuenta con un centenar de restaurantes, la gran mayoría muy sofisticados. Pero claro, también podrás encontrar deliciosos manjares a precios módicos. No puedes dejar de probar la típica delicatessen, donde se destacan los jamones, los embutidos, las conservas y los patees, especialmente el patee de foie o patee de hígado (de ganso). Los quesos locales son mundialmente reconocidos, se destacan el Camembert, y el queso azul o Roquefort. En relación a las sopas, no dejes de probar la sopa de cebolla, realizada con una base de crema. Los panificados son otro punto fuerte de la cocina local, donde no puedes dejar pasar las croissants, las brioches y las baguettes. Para la hora de lo dulce, no dudes en ordenar unos pettits fours, que son deliciosos bocadillos con chocolate y crema, para acompañar el té.
Estos manjares los puedes regar con vinos o cervezas locales; pero lo que en realidad se destaca en París son los Champagnes, que están considerados los mejores del mundo.
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