si el cabello necesita vitaminas
La apariencia del cabello refleja claramente si nos alimentamos bien o no, pues cuando seguimos dieta balanceada luce sedoso, brillante y fuerte; pero en caso contrario se torna áspero, opaco y quebradizo. Tome en cuenta que lo mejor es estar bien por dentro para reflejar dicho estado por fuera.
La cabellera requiere cuidados especiales para lucir siempre atractiva, los cuales no sólo incluyen el uso de shampoo, acondicionador o tratamiento, sino también la forma en que lo alimentamos, pues cuando la melena luce sin brillo y desvitalizada, tiene problemas de exceso de grasa o de plano comienza a caerse sin motivo aparente, la dieta es, en gran medida, responsable de la situación. Ante este panorama, lo mejor es que el régimen alimenticio asegure el consumo de todos los nutrientes necesarios, en especial vitaminas.
¿Qué comer?
La dieta proporciona al ser humano los nutrientes que requiere para llevar a cabo todas sus funciones, las cuales incluyen actividades físicas, intelectuales y fisiológicas (circulación sanguínea, digestión y regulación de la temperatura corporal, entre muchas otras). Para que lo anterior pueda efectuarse de la mejor manera es recomendable seguir régimen equilibrado, el cual debe incluir todos los grupos de alimentos (proteínas, carbohidratos, grasas y fibra) los cuales, adicionalmente, mantienen en buen estado piel y cabello. Por esta razón le invitamos a conocer las propiedades de las vitaminas que ejercen importante labor en el embellecimiento.
Vitamina A. Excelente protectora natural contra el envejecimiento cutáneo debido a que controla los efectos negativos de los radicales libres (moléculas responsables de la degeneración celular), la cual, asimismo, aporta beneficios al cuero cabelludo. Este nutriente lo encontramos en aceite de hígado de bacalao, huevo, leche, mantequilla, jitomate, zanahoria y durazno.
Vitaminas B. Son las más importantes para el cabello, de las cuales la B5 (pantenol) le proporciona flexibilidad, fuerza y brillo, a su vez, la B6 previene la caspa, en tanto que la B8 evita la seborrea (exceso de sebo sobre el cuero cabelludo que produce escamas grasosas de color amarillo). Se encuentran en hígado, riñón, corazón, yema de huevo, levadura de cerveza, huevo, hígado, cereales, pan integral, pescado, frijol, leche, jalea real y perejil.
Vitamina C. Contribuye al crecimiento de la melena, y está incluida en cítricos, guayaba, espinacas, pepino, col, cebolla, aguacate, perejil, papaya, plátano, fresa y mandarina.
Vitamina E. Combate a los radicales libres que dañan la estructura capilar, evitando que el cabello se rompa y caiga; para tener adecuado aporte de este nutriente es necesario incluir en la dieta aguacate, aceites de germen de trigo, maíz, soya y girasol, brócoli, ciruela, espinacas, espárragos, manzana, moras, plátano y zanahoria.
Vitamina F. Aporta los ácidos grasos que benefician a las cabelleras secas o con caspa; se encuentra en aceites de nuez, girasol, oliva y soya.
Vitamina K. Posee poder bactericida sobre la flora microbiana del cuero cabelludo; sus principales fuentes son col, espinacas, aceite de soya, apio, lechuga y perejil.
Los siguientes elementos, pese a que no son vitaminas, ejercen importante papel en la nutrición capilar.
Sales minerales. Garantizan buena calidad y fortaleza de la cabellera, por lo que para aprovechar estas ventajas es necesario consumir espinacas, cereales, pan integral y frutas secas.
Azufre. Asegura la adhesión de queratina (proteína natural que fortalece al cabello) y aumenta la resistencia de la melena; de manera natural se encuentra en huevo, almendras, berros, leche, mostaza, rábano y ajo.
Magnesio. Proporciona vitalidad a las fibras capilares, siendo sus fuentes plátano, trigo, castañas, dátiles, cerezas, espinacas, frambuesas, queso, pera y pasas.
Ahora bien, por otra parte, hay que considerar que si queremos tratar algún problema específico, por ejemplo, mantener la resequedad y deterioro de la cabellera bajo control, es recomendable evitar el alcohol y tabaco, así como ingerir al menos 2 litros de agua al día y usar shampoo, acondicionador y cremas humectantes. Asimismo, cuando se vaya a exponer al Sol por periodos prolongados será conveniente utilizar gorra o sombrero, así como aplicar alguna mascarilla capilar que proteja de los rayos ultravioleta.
A su vez, el cabello graso también merece trato especial, por lo que para comenzar se debe moderar el consumo de alimentos que contengan grasa y azúcares; además, el lavado diario requiere shampoo especial y tónicos que mantengan en equilibrio a las glándulas productoras de sebo en el cuero cabelludo.
Si a pesar de seguir dieta balanceada se aprecian problemas en el cabello, conviene solicitar opinión al dermatólogo, quien tras revisar el caso podrá prescribir tratamiento más agresivo. Por otra parte, cabe mencionar que la gran variedad de suplementos alimenticios y complementos vitamínicos que se expenden en farmacias es también excelente vía para nutrir al cabello.
Recuerde que las vitaminas son elementales no sólo para nutrir la cabellera, sino para que el organismo pueda cumplir adecuadamente sus funciones, por esta razón, nada puede beneficiar más a la salud como la presencia de todas ellas dentro de la alimentación diaria.
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